Hortensia De la Torre


CARTAS SOBRE YOGA

por

Sri Aurobindo


Tomo I, Sección IX

EL DESTINO Y EL LIBRE ALBEDRÍO, EL KARMA Y LA HERENCIA, ETC.

 

Sus extractos de por sí son impresionantes, pero cuando uno lee el libro, la impresión disminuye y desaparece. Usted ha citado los éxitos de Cheiro, pero y ¿qué me puede decir acerca de sus fallos? Yo he mirado el libro y me asustó bastante el número de profecías que no han ocurrido. Usted no puede deducir de un pequeño número de predicciones, por muy preciso que sea, que todo está predestinado hasta el punto de sus preguntas y mis respuestas en la carta. Puede que sea, pero la evidencia no es suficiente para probarlo. Lo que es evidente es que hay un elemento de predestinación, predestinación precisa y en detalle, tanto en los puntos importantes como en el curso de los sucesos. Pero eso se sabía ya. Eso deja la pregunta todavía sin resolver, si todo se puede predecir, si el destino es el único factor en la existencia o si hay otros factores también que pueden modificar el destino – o habiéndose dado un destino, no hay causas diferentes o poderes o planos de destino y nosotros podemos modificar el que comenzamos atrayendo otra causa de destino, poder o plano y haciéndolo activo en nuestra vida. Las preguntas metafísicas no son tan simples para que ellas no puedan ser solucionadas punzantemente en un sentido o en otro contradictorio a él – esta es la forma popular de ordenar las cosas, pero es completamente condensado e inconcluso. Todo es libre albedrío o todo es el destino – no es tan simple como eso. Esa cuestión del libre albedrío o la determinación es el más intrincado de todos los asuntos metafísicos y nadie ha sido capaz de resolverlo – por la buena razón que ambos, el destino y la voluntad existen e incluso el libre albedrío existe en alguna parte; la dificultad es solamente cómo obtenerla y hacerla efectiva.

¿La astrología? Muchas predicciones astrológicas se han llegado a plasmar, una gran cantidad de ellas si uno las cuenta. Pero eso no quiere decir que las estrellas gobiernan nuestro destino; las estrellas solamente archivan un destino que ya ha sido formado, ellas son jeroglíficos, no una Fuerza – o si su acción constituye una fuerza, es una energía transmitiéndose, no un Poder originando. Alguien está allí que ha determinado o algo está allí que está Destinado, digamos; las estrellas son solamente indicadoras. Los astrólogos mismos dicen que hay dos fuerzas, daiva y purusakâra, destino y energía individual, y la energía individual puede modificar e inclusive frustrar / dificultar o impedir el destino. Por otra parte, las estrellas frecuentemente indican muchas posibilidades en el destino; por ejemplo, que uno puede morir en la edad media, pero que si esa determinación puede ser superada, uno puede vivir y hasta pronosticar el llegar a la vejez. Finalmente, casos se han visto en los que las predicciones del horóscopo se cumplen ellas mismas con gran precisión hasta cierta edad y entonces de ahí en adelante dejan de aplicarse al caso. Esto pasa frecuentemente cuando el sujeto se retira de la vida ordinaria dirigiéndose hacia la vida espiritual. Si su giro es muy radical, la terminación de las predicciones puede ser inmediata; de otra forma ciertos resultados pueden todavía durar por un tiempo, pero ya no podemos decir más que es inevitable. Esto parecería enseñar que hay o puede haber un poder o un plano superior o una causa superior del destino espiritual que puede, si su hora ha llegado, predominar sobre el poder inferior o el plano inferior o la causa inferior del destino material y vital del cual las estrellas son indicadoras. Digo vital porque el carácter también puede ser indicado por el horóscopo mucho más completo y satisfactoriamente que los sucesos de la vida.

La explicación india del destino es karma. Nosotros mismos somos nuestro destino a través de nuestras acciones, pero el destino creado por nosotros nos doblega; porque lo que hemos sembrado lo debemos recoger en esta vida o en alguna otra. Todavía estamos creando el destino para nuestro futuro incluso mientras está pasando el viejo destino del pasado en el presente. Eso da un significado a nuestra voluntad y acción y no constituye, como los críticos europeos creen erróneamente, un fatalismo rígido y estéril. Pero de nuevo, nuestra voluntad y acción pueden frecuentemente anular o modificar incluso el Karma pasado, es sólo los efectos fuertes, llamados ukata karma, los que son inalterables. Aquí también el logro de la consciencia y la vida espiritual se supone que anule o dé el poder para anular el Karma. Porque nosotros entramos en unión con la Voluntad Divina, cósmica o trascendente, que puede anular lo que ha sancionado para ciertas condiciones, creando nuevamente lo que ha creado, las líneas fijas y estrechas desaparecen y hay una libertad y amplitud mucho más plástica. Por lo tanto, ni el Karma ni la Astrología apuntan a un destino rígido y por siempre inmutable.

En cuanto a la profecía, nunca me he encontrado o conocido un profeta, por muy reputado que sea, que fuera infalible. Algunas de sus predicciones se sucedieron exactamente, otras no – sólo parte de ellas o no sucedieron del todo. No es cierto que el poder de las profecías es irreal o que la precisión de las predicciones pueden ser todas explicadas por la probabilidad, la oportunidad y la coincidencia. La naturaleza y el número de esas que no pueden ser explicadas es muy grande. La variabilidad del logro puede ser explicada o por un poder imperfecto en el profeta algunas veces activo, algunas veces fallando, o por el hecho que las cosas sólo se pueden predecir y determinar en parte o de otra manera por otros factores diferentes o líneas de poder y por una serie diferente de cosas existentes y en potencia. Mientras uno esté en contacto con una línea, uno predice con precisión, de otra forma no – o si la línea de poder cambia, la profecía de uno también se sale de la línea. Todo lo mismo, uno puede decir, debe de haber, si las cosas se pueden predecir, algún poder o plano a través del cual o en el cual todo es previsto, si hay una Omnipotencia y una Omnisciencia Divina, eso debe ser así. Inclusive entonces lo que es previsto tiene que ser trabajado, realmente es trabajado por el juego delas fuerzas, – espiritual, mental, vital y física – y en ese plano de fuerzas no hay ninguna rigidez absoluta para descubrir. La voluntad o trabajo personal es una de esas fuerzas. Cuando le preguntaron a Napoleón por qué él creía en el destino y aún así el siempre estaba planeando y actuando, él respondió, "Porque es el destino el que debo trabajar y planear"; en otras palabras sus planes y actuaciones eran parte del Destino, y contribuyeron a los resultados que el Destino había contemplado. Inclusive si preveo un resultado adverso, debo trabajar por el que considero que deber de ser; porque él mantiene viva la fuerza, el principio de la Verdad al cual sirvo, dándole la posibilidad de triunfar en lo sucesivo, de forma que llegue a ser parte del trabajo del Destino favorable del futuro, inclusive si a la hora del destino es adverso. Los hombres no abandonan una causa porque la han visto fracasar o han previsto su fracaso, y ellos son espiritualmente correctos en su perseverancia obstinada. Además, nosotros no vivimos solamente para obtener recompensas externas; extendiéndonos más, podemos decir que el objeto de nuestras vidas es el crecimiento del alma,– no los éxitos externos del momento o inclusive del futuro cercano. El alma puede crecer resistiendo o inclusive para un destino material adverso.

Finalmente, inclusive si todo está determinado, ¿por qué decir que la vida era, en la frase de Shakespeare o mejor dicho de Macbeth, "un cuento insignificante dicho por un idiota bocón lleno de furia"? La vida más bien sería eso, si todo fuera una incertidumbre al azar y casual. Pero si es algo previsto, planeado en cada detalle, ¿no significa más bien que la vida significa algo, que debe de haber un Propósito secreto que está siendo trabajado, poderosamente y persistentemente a través de las edades, y nosotros mismos y nuestros compañeros somos parte de ella en el logro de ese Propósito invencible?

P.D. Bien, uno de los grandes éxtasis posibles es sentirse uno mismo llevado por el Divino, no por las estrellas o el Karma, porque estos últimos son un mal negocio, duro e incómodo – es como ser convertido en una máquina, "yantrârûdhâni mâyaya".

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Tengo la impresión de que no tengo una gran confianza en las ideas y profecías de Cheiro– algunas profecías se han cumplido pero la mayoría han estado erróneas. La idea acerca de los judíos es una creencia judaica y cristiana; no se le puede poner mucha fe a ella. En cuanto a los números, es verdad que de acuerdo a la ciencia oculta, los números tienen un significado místico. También es verdad que hay períodos y ciclos tanto en la vida como en la vida del mundo. Pero un significado exacto no puede dársele a esas cosas.

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Yo no he dicho que todas las cosas son rígidamente predestinadas. El juego de las fuerzas no quiere decir eso. Lo que yo dije fue que detrás de cada suceso visible en el mundo hay siempre una masa de fuerzas invisibles desconocidas para la mente externa de los hombres, trabajando, y por el yoga, yendo interiormente y estableciendo una conexión consciente con el Yo y las Fuerzas Cósmicas y las fuerzas,) uno puede llegar a ser consciente de esas fuerzas, intervenir conscientemente en el juego, y hasta de cierta manera, por lo menos determinar cosas en el resultado del juego. Todo eso no tiene nada que ver con la predestinación. Por el contrario, uno observa como las cosas se desarrollan y les da un empujón aquí y otro allí cuando es posible o cuando es necesario. No hay nada en todo eso que contradiga el pronunciamiento del gran científico Sir C. V. Raman. Raman dijo una vez que todos estos descubrimientos científicos son solamente juegos de azar. Sólo que, cuando el dice que los descubrimientos científicos son juegos de azar, él está solamente diciendo que los seres humanos no saben como eso trabaja. No es una predestinación rígida, pero tampoco es una Causalidad o Fortuna inconsciente y ciega. Es un juego en él que se trabajan las posibilidades en el Tiempo.

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Es difícil definitivamente discernir lo que Planck quiso decir en esas páginas – cuáles su conclusión y cómo él llega a ella; él probablemente tiene su argumento tan condensado que los vínculos o eslabones necesarios están ausentes. Del asunto del libre albedrío, he visto a través de las páginas previas, que no hay una diferencia radical en el psíquico y que surge solamente incidentalmente de la posición en que los nuevos descubrimientos se agruparon alrededor de la teoría del quantum. Si hay una tendencia a mirar las leyes como estadísticas (Estudio de los hechos morales o físicos del mundo que se prestan a numeración o recuento y a comparación de las cifras a ellos referentes.),– en el caso que no haya ninguna "causa estricta" y ninguna determinación – todavía no podemos probar que ellos no pueden ser tratados y mucho menos ventajosamente como dinámicos también –en el caso que el determinismo pueda tomar una postura; la incertidumbre de la conducta individual (electrones, quanta) realmente no impide el determinismo, sino solamente le trae un elemento nuevo. Esa parece, dándole un vistazo rápido, ser su posición. Algunos pensadores científicos consideran esta incertidumbre de la conducta individual ser un factor físico correspondiente a los elementos del libre albedrío en los seres humanos individuales. Es aquí, donde Planck trae la pregunta del libre albedrío para refutar la conclusión de que eso afecta la causalidad estricta y la ley del determinismo. Su argumento, tanto como yo lo pueda exponer, es así:

1. La ley de la causalidad estricta ocupa una posición específica, porque cualquier acción dada o suceso interno de un ser humano individual es un efecto determinado completamente por dos causas, (a) el estado previo de su mente tomada como un todo, (b) las influencias externas.

2. La voluntad es un proceso mental completamente determinado por estos dos factores; por lo tanto, no es libre, es parte de la cadena de la causalidad estricta – como también lo son, los resultados del libre albedrío.

3. Lo que es importante no es la libertad real de la voluntad, sino la consciencia del hombre de la libertad. Ella crea una experiencia interna de propósito consciente que de nuevo crea nuevos y frescos, y así sigue indefinidamente. Por esta razón es imposible para un hombre, predecir su acción futura –porque en ningún momento un propósito nuevo puede surgir. Pero cuando nosotros miramos al pasado, entonces la concatenación de la causa y el efecto llega a ser aparente.

4. El hecho de la causalidad estricta (o por lo menos la teoría de ella) se sostiene por lo tanto, fuerte por la consciencia del libre albedrío del individuo. Es solamente oscurecido por el hecho de que el hombre no puede predecir sus propias acciones o comprender las causas de su estado presente; pero eso es, porque aquí el sujeto y el objeto son uno mismo y el sujeto-objeto está en un estado de constantes mociones alternativas a diferencia del objeto en el exterior, que se supone no cambie como el resultado de los movimientos internos del conocedor.

Hay una diferencia entre la ley causal y la ética que me frustra y confunde. ¿Es la "ley ética" algo afuera de la cadena estricta de causas y efectos? ¿Hay una cosa tal? Si" la causalidad estricta" lo gobierna todo, ¿qué es lo que la ley ética está haciendo allí?

Ese es el argumento, hasta ahí, como yo lo puedo ver, pero no me parece muy conclusivo. Si la conducta de un hombre no puede ser predicha por él mismo, tampoco puede ser predicha por nadie más, aunque aquí el sujeto y el objeto no sea él mismo; si no es predecible, entonces debe ser por la misma razón, el elemento de la libre voluntad (libre albedrío) y la movilidad creada por la intrusión indefinida posible de motivos o propósitos frescos o nuevos. Si eso es así, la causalidad estricta no puede ser afirmada, – aunque una causalidad plástica en la que el poder de escoger, llamado por nosotros libre albedrío es un elemento (como uno entre muchos que contribuyen a las causas o como un instrumento de una causa mayor que ella misma) que puede todavía ser afirmado como posible.

La declaración de que la acción de un individuo es estrictamente determinada por su total estado mental más las influencias externas es dudosa y no nos lleva muy lejos. Es posible impedir la idea completa de la causalidad inevitable sosteniendo que, antes que el estado total de la existencia suceda, él es sólo la condición bajo la cual ella pasa –hay una masa de antecedentes y hay una secuencia, si se puede decir así, o una masa de secuencias, pero nada prueba que los últimos son consecuencias inevitables de la masa de antecedentes. Posiblemente, este estado total existente es una matriz en la cual alguna semilla de sucesos es colocada llegando a ser activa, de forma que pueda haber muchos resultados posibles, y en el caso de la acción humana es concebible que el libre albedrío es, o por lo menos es, el factor determinante.

Por lo tanto, yo no pienso que esos argumentos de Planck nos puedan llevar muy lejos. Por supuesto, también está la pregunta que surge en el libro mismo del determinismo garantizado, un estado local de cosas en un campo independiente de causalidad o todo está atado junto y es el todo él que determina los resultados locales. La acción de un hombre entonces, podría determinarse por las fuerzas universales y su estado de mente y la selección o preferencia aparente sería parte de la instrumentación de la Fuerza Universal.

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En los casos de Sócrates del beodo habitual que usted ha traído a colación, la diferencia que usted señala es correcta. El hombre de voluntad débil está gobernado por sus impulsos vitales y físicos, su ser mental no es suficientemente dinámico para hacer que su voluntad prevalezca sobre sus impulsos. Su "voluntad" no es libre porque no es suficientemente fuerte para hacerlo, es el esclavo de las fuerzas que actúan sobre él o en su naturaleza vital y física. En el caso de Sócrates la voluntad es tan libre, que ella permanece por encima del juego de esas fuerzas y él determina por su idea mental decidiendo lo que hará o no hará. La pregunta permanece de que, si la voluntad de Sócrates es sólo libre en ese sentido, él mismo siendo verdaderamente determinado por algo mayor que la mentalidad de Sócrates, algo del cual él es el instrumento – o si la Fuerza Universal o el Ser en él, del cual su demonio fue la voz, no sólo le dio a su mente esa alerta decisiva del ideal mental sino que le impuso la urgencia de actuar en obediencia a esa alerta. O puede ser subordinado a un nexo entre Purusha interna y la Fuerza Universal. En el último caso podría haber un balance inestable entre el determinismo de la Naturaleza y la autodeterminación interna. Si nosotros comenzamos desde el punto de vista de las cosas de Sankhya, ese ser (diríamos, del cual su demonio fue la voz) sería el alma o Purusha y ambos en la voluntad fuerte de Sócrates y en la voluntad débil esclava de los impulsos vitales, la acción y sus resultados podrían ser determinados por el ascenso o la negación de Purusha. En el último Purusha da su asentimiento y experimenta el juego de las Fuerzas de la Naturaleza y el hábito del impulso vital, a través de la sumisión vital mientras la mente mira indefensa. En Sócrates Purusha ha comenzado a emanciparse ella misma y a decidir lo que ella aceptará o no aceptará – el ser consciente ha empezado a imponerse él mismo sobre las fuerzas que actúan sobre él. Su maestría ha llegado a ser tan completa que él puede determinar grandemente sus propias acciones y puede inclusive, dentro de ciertos límites, no solamente pronosticar sino fijar los resultados – de manera de que lo que él quiere pasará tarde o temprano.

En cuanto al Superhombre, ese es el ser consciente en el cual su emancipación es completa por su levantamiento al estado más allá de los límites de la mente. Él puede determinar su acción en completo acuerdo con un estado de alerta que percibe todas las fuerzas actuando en, sobre y alrededor de él, siendo capaz de usarlas, determinarlas y establecerlas en vez de tolerarlas.

 

Cartas Sobre Yoga por Sri Aurobindo
Tomo I, Sección IX – El Destino y el Libre Albedrío, el Karma y la Herencia, etc.
Traducido por Hortensia De la Torre, 1999.

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