- Ya Estoy Demasiado
      Viejo Para Eso
    
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    - Por:
      ©Henry Binerfa Castellanos.
    
    - Cinturón
      negro 3er Dan
    
    - Director
      Técnico Provincial del Kaisen-do en Camagüey, Cuba
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- La frase que encabeza
    este artículo es una de las más escuchadas por los maestros 
    de artes marciales. En cuantas ocasiones hemos aconsejado a un amigo
    para que ejercite su cuerpo y su mente con la práctica de algún arte
    marcial y éste, en respuesta nos dice que “ya está demasiado viejo para
    eso”.
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- Mí
    pregunta entonces sería: "¿Realmente se puede estar viejo para aprender algo
    nuevo?" Cual fuere su respuesta ya no es importante, objetivamente la edad no
    tiene  por que ser una barrera
    que impida el avance de aprendizaje hacia una nueva enseñanza. Pero en el
    caso de las artes marciales la inmensa mayoría de las personas cree que
    sólo se trata de movimientos difíciles para el cuerpo en una edad que
    muchos toman como riesgosa para la entrada a un gimnasio.
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- Pero conozco casos de
    personas que se han rejuvenecidos con la practica de artes marciales, no
    solamente en el plano físico, sino en el plano espiritual. Lo que en verdad debe
    existir es el deseo por lograr una meta, una persona con un ideal u objetivo
    a cumplir sabe a donde va y no pierde ni retrocede en el camino que lo lleva
    a ese plan que se ha propuesto.
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- El Arte Marcial es un
    sendero hacia la Armonía concebida en su sentido más profundo, un método
    de perfeccionamiento tan aplicable hoy día como lo fue en los primeros
    momentos en que Bodhidharma se estableció en el templo de Shaolin; 
    lleva al hombre al total desarrollo de su potencial como calidad de
    ser humano y más tarde a proyectarse hacia el despertar de su conciencia
    espiritual, creando personas totalmente compenetradas con su entorno
    natural, viviendo una vida plena de salud. Las artes marciales aportan múltiples
    beneficios; entre los más importantes encontramos el entrenamiento de la
    respiración, esta practica está incluida en cada movimiento de las artes
    marciales debido a la importancia que tiene el aire como fuente de energía
    vital. Por desgracia en la práctica parece que el hombre no le presta la
    debida atención y le resta importancia. Pero para poder aprovechar los
    elementos vitalizadores del aire puro es menester saber respirar, respirar
    amplia y profundamente con lo que se aumenta la capacidad pulmonar, enviando
    más oxígeno a la corriente sanguínea que revitaliza y purifica los órganos
    internos. Mediante las practicas de las Katas o formas que están presentes
    en la mayoría de todos los sistemas de artes marciales, aprenderemos el arte
    de respirar cabalmente, ya que en esa serie de ejercicios está comprendida
    un conjunto de técnicas y modelos de respiración en los que pretendemos
    colocar a la totalidad del sistema respiratorio bajo el control de la
    conciencia, unificando el movimiento físico con la actividad mental y
    respiratoria.
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- Por otra parte las técnicas, ejercicios y posiciones que integran
    los sistemas de artes marciales accionan sobre el Sistema Endocrino, los órganos
    y nervios del cuerpo a la vez que tonifica los músculos y hace al cuerpo más
    flexible, sus movimientos son totalmente diferentes a otros tipos de
    ejercicios, son lentos, elegantes y fluidos y crean equilibrio y fortaleza
    en la mente,  el cuerpo y el espíritu.
    El Arte Marcial también acentúa la acción del Sistema Inmunológico,
    alivia las tensiones y reduce el stress. Con las técnicas de las artes
    marciales el ser humano adquiere un equilibrio físico y mental, y
    desarrolla entre ambos armonía, agilidad y una gran vitalidad. Cada músculo,
    cada nervio, cada glándula asegura un desarrollo físico libre de
    enfermedades o trastornos, el cuerpo para el artista marcial es un medio
    para llegar a un fin, el desarrollo pleno en su totalidad.
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- Relajación, del latín
    “relaxare” es la acción y efecto de aflojar, ablandar. Se define la
    relajación como un típico proceso psicofisiológico de carácter
    interactivo, donde lo fisiológico y lo psicológico interactúan siendo
    partes integrantes del proceso, como causa y como producto. La relajación
    nos prepara para afrontar con calma y conciencia las situaciones de la vida
    cotidiana, es una capacidad humana universal y un don natural que todos
    podemos activar y usar para producir cambios muy concretos y verificables en
    nuestro organismo. Le permite al cuerpo una armonía totalmente visible en
    todo movimiento que efectué. La actividad del cerebro proporciona una
    información vital sobre la intensidad de la relajación. El cerebro emite
    ciertos tipos de ondas, cada una de ellas con su propio ritmo; estas son: la
    onda beta que refleja el ritmo ordinario consciente cotidiano; la onda
    delta, presente al dormir y soñar; la anda theta, que refleja un estado
    parecido al sueño; y la onda alfa, que se relaciona con el estado de
    relajación profunda y de serenidad emocional. La relajación profunda y la
    meditación suscitan el predominio de las ondas alfa y theta, lo que indica
    un estado de armonía.
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- A través de la práctica regular de la relajación
    se adquiere una posición sosegada y sincera de uno mismo; en ella la mente
    escapa de toda acción, de toda responsabilidad, de toda preocupación. Se
    logra la no-mente.
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- Las
    artes marciales como muchos saben han sido influenciadas por doctrinas filosóficas
    religiosas importadas de la India, como fueron el Hinduismo, el Budismo, la
    Yoga y posteriormente otras que nacieron en la China, Japón y países
    colindantes del continente asiático, podemos citar el Taoísmo, el
    Confucionismo, el Budismo Chan, el Shintoismo, el Budismo Zen entre otros. 
    Todas estas doctrinas aportaron ejercicios y métodos de meditación,
    concentración y contemplación por decir algunas pocas. El Samadhi, 
    que en sánscrito significa "estado de inmovilidad",
    representa una transformación radical del yogui, es su victoria sobre la
    existencia, el alma queda auténticamente liberada aun cuando el individuo
    continúe viviendo. Morando en samadhi,
    retiráis vuestras mentes de sus alrededores, haciéndolas, por tanto,
    impermeables a los ocho vientos, es decir, impermeables a la ganancia y la pérdida,
    la reputación y la mala fama, las alabanzas y las culpas, el pesar y el
    gozo. Morando de esta manera, incluso las personas ordinarias pueden entrar
    en el estado de la Budeidad.
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- Después de esta pequeña
    descripción de algunas de las muchas capacidades y beneficios que aportan
    la practica de las artes marciales para el hombre de cualquier edad, debemos
    tener más cuidado al decir que “Estamos demasiado viejos para eso”, ese
    modo de pensar debe ser cambiado, y creo que en su lugar debemos entender
    otros puntos de vistas mucho mejores desde todos los ámbitos, es mejor
    ponerle una meta a la vida y plantearse una estrategia y dejar de ser un
    barco en alta mar moviéndose al antojo de la corriente y los vientos; llena
    las páginas del libro de tú vida y haz de ella una bella obra de arte.
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17.
      El Espíritu es indestructible e imperecedero; todo lo penetra. Nadie
      puede destruir Ese
      Ser Inmutable.
19.
      Tanto el que piensa que el alma mata, como el que cree que puede ser
      muerta, ambos Son
      ignorantes. Ni puede matar ni puede ser muerta.
20.
      El Espíritu nunca nace y nunca muere: es eterno. Nunca ha nacido, está más
      allá del Tiempo;
      del que ha pasado y el que ha de venir. No muere cuando el cuerpo muere.
21.
      Cuando un hombre reconoce el Espíritu como no nacido, imperecedero,
      inmutable e Indestructible,
      ¿cómo podría este hombre matar o ser muerto?
22.
      Al igual que un hombre se quita un vestido viejo y se pone otro nuevo, el
      Espíritu Abandona
      su cuerpo mortal para tomar otro nuevo.
23.
      Ninguna arma puede herir al Espíritu, ni el fuego puede quemarlo, ni el
      agua puede Mojarlo,
      ni el viento puede arrastrarlo.
24.
      Más allá del poder del fuego, de la espada, del agua y del viento, el
      Espíritu es eterno, Inmutable,
      omnipresente, inamovible, y siempre uno.  - El
      Bhagavad Gita
 
  - © 
     Derecho de autor: Henry Binerfa Castellanos – Camagüey, Cuba. Año 2003
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