©Los Niños Y Las Artes Marciales
Por: Henry Binerfa Castellanos
Cinturón negro 3er Dan
Director Técnico Provincial del Kaisen-do en Camagüey, Cuba
 
 
 
Grupo de Henry Binerfa - Examen de Grados - Las Nuevas Semillas - 23-07-03 - Camagüey, Cuba
¡Qué las semillas sean bien atendidas! Y eso nos toca a todos sin excluir a nadie. - Henry Binerfa Castellanos
 
 
 
Un mundo desordenado, agitado y loco amenaza la infancia de nuestros niños. Cuando nos damos cuenta vemos a nuestro pequeño niño encadenado en los lazos de los vicios fatales de las drogas, el abuso del sexo, la mentira y la ambición. ¿Que paso? ¿Cuáles fueron las causas de este desastre? ¿Dónde esta el eslabón que falta?
 
Preciso aclarar que por medio de este artículo no pretendo sustituir la educación de los padres hacia sus hijos, como tampoco decirles que las artes marciales son la mejor forma de educación, pues en los Dojos no hacemos milagros. Solo quisiera despertar una idea que lleve a la reflexión. Buscando la raíz o la causa del problema encontramos como nuestros niños al llegar a la edad de la adolescencia reaccionan buscando en las calles lo que no encuentran en la casa y frecuentemente es así como se pierden entre la sombra de lo falso, ilusorio y doloroso.  Cuantas veces nos ha llegado al Dojo una madre posesiva y sobre protectora que a criado a su hijo bajo sus alas y le impide a toda costa el tomar riesgos en su vida, nos pide a gritos entonces que transformemos al niño en alguien seguro de sí mismo  después de ella haberlo vuelto inseguro y dependiente de ella misma. El asunto puede complicarse si a esto le agregamos un padre autoritario, que reafirmará el miedo y la inseguridad del niño y lo llevara a refugiarse con más fuerza en su madre.  Tenemos otro caso: el tema de la falta del padre, la identificación con el propio sexo es importante en el varón, la presencia de la figura paterna es necesaria en todo momento.  Cuando la figura paterna esta alejada se promueve un vacío afectivo, que afecta al niño en diferentes maneras principalmente en sus relaciones con sus compañeros y las personas en general, nace la timidez, y puede incluso confundir la sexualidad y compensar la falta de su padre con los brazos de otro hombre. Recuerden que en la homosexualidad las personas en la mayoría de los  casos no buscan tanto un encuentro sexual como de comprensión, caricias y aceptación.
 
En el maestro de artes marciales, el peso inmenso de la sicología que tiene que aplicar a los niños y la responsabilidad en su educación es un compromiso constante.  Recientemente llego a mí Dojo una mamá con su hijo de unos 9 años, ella había sido enviada por un psicólogo infantil, que le había recomendado la practica de algún deporte de combate para su hijo, el cual era tímido, presentaba falta atención en la escuela y se relacionaba muy poco con sus compañeros de aula, además de ser indisciplinado en extremo. Desde el punto de vista familiar su padre estaba divorciado de su madre. Inmediatamente acepte el desafío, y comencé a trabajar con el niño, solo pasaron unos meses, y la madre asombrada y a la vez algo agradecida me explica que él médico le había dado alta al niño de su consulta pues el mismo había mejorado en su comportamiento y estaba listo para vivir una vida normal, fue entonces cuando vino la pregunta clave ¿Qué hizo usted para ayudar así a mí hijo? Mi respuesta no fue inmediata, me tome un tiempo para tratar de buscar las palabras perfectas para no molestar a la señora y en el mejor de los casos conducirla a un estado de reflexión, donde reconociera que era lo que andaba mal. Mi respuesta fue la siguiente: - Nosotros le dimos respeto, cuando se le brinda respeto, el niño reacciona dando respeto. El trabajo fundamental en las edades tempranas es crear un cimiento firme en el aspecto moral del niño y esto debe ir por encima de la habilidad técnica, el objetivo más exacto es mantener una autodisciplina, que cada niño comprenda la forma en que debe comportarse en el Dojo, con una conducta disciplinada (ojo que no estoy diciendo militarizada) se asegura la tranquilidad y la armonía necesaria para poder aprender intensamente todos los conceptos y técnicas, avanzando de esta forma a pasos de gigante en el camino del perfeccionamiento continuo superándose el niño física y mentalmente, tanto dentro del Dojo como fuera de éste. La columna más fuerte de las artes marciales en la formación de las jóvenes promesas de la sociedad está basada en la filosofía de una ética y una autodisciplina que desarrolle preferiblemente desde la niñez un alto grado de auto control, asimilando la practica como un gozo, palpando la apreciación de la virtud de los resultados, sin el maestro tener  que requerir a una escuela militarizada.
 
Es bonito mirar a nuestros hijos fortalecidos por esa voluntad para ir a las clases de las artes marciales, entrenar duramente y mantenerse atento, vivo y completamente abierto a todo lo que el maestro le enseña. Mirarlo desde muy cerca como progresa física y espiritualmente, reflejando en cada momento de su vida personal la filosofía del Budo. Pero ustedes quizás no sepan que es lo más bello de ver en nuestros hijos después de algún tiempo al lado de un buen Sensei. En sí lo más bello es verlo cambiar gracias a que él lo quiera y no a que tenga que hacerlo. Ésta es sin dudas unas de las metas finales que el Sensei persigue con tesón, por que estos son los tipos de cambios de estilos de vida que pueden ser eternos, debido a que sí funcionan y muy bien, solo por ser simples.
 
Qué la alegría de ver a un niño de brazos con sus padres y vestido de Kimono se multipliquen, y qué podamos ser más los que nos reímos al ver una demostración del más grande de los 'enanos', que sean muchos más los que confíen en la educación de las artes marciales para sus hijos, que persistan esos niños que hoy están en los Dojos, y sean maestros y tengan alumnos que sean maestros también.
 
Pero por favor que sean menos los padres separados de sus hijos, por favor que disminuyan los maltratos tanto físicos como morales y mentales de los padres contra los pequeños, que dejen de llegar a nuestras escuelas padres que desean que su hijo aprenda "técnicas para pelear con otro niño". Que cesen de restarle importancia a las artes marciales - y créanme ellas que son tan importantes como la matemática, la biología o la química - para que el mañana sea mejor que el hoy, y el hoy mejor que el ayer. ¡Qué las semillas sean bien atendidas! Y eso nos toca a todos sin excluir a nadie.
 
 
© Derecho de autor: Henry Binerfa Castellanos – Camagüey, Cuba. Año 2003
 

 

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