- El
      Jardín del Rey
    
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- Aquí
    les presento otro bello relato [anónimo] enviado por Soledad
    Cumbreras - Zhèng gĕng, desde Lima, Perú. ¡Disfrútenlo!
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- Un
    rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se
    estaban muriendo. El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan
    alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía
    dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la
    Rosa. La Rosa lloraba por no ser fuerte y sólida como el Roble. Entonces
    encontró una planta, un Clavel floreciendo y más fresco que nunca.
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- El
    rey le preguntó: - ¿Cómo es que creces tan saludable en medio de este
    jardín mustio y umbrío?
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- La
    flor contestó: - No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me
    plantaste, querías claveles.  Si hubieras querido un Roble, lo habrías
    plantado. En aquel momento me dije:  "Intentaré ser Clavel de la
    mejor manera que pueda" y heme aquí el más hermoso y bello clavel de
    tu jardín.
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- Somos
    esto que somos. Vivimos marchitándonos en nuestras propias
    insatisfacciones, en nuestras absurdas comparaciones con los demás:
    "Si yo fuera" "si yo tuviera" "si mi nombre
    fuera".
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- Siempre
    conjugando el futuro incierto en vez del presente concreto, empecinados en
    no querer ver, que la felicidad es un estado subjetivo, voluntario.
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- Podemos
    elegir hoy, estar felices con lo que somos, con lo que tenemos; o vivir
    amargados por lo que no tenemos o no puede ser.
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- Sólo
    podremos florecer el día que aceptemos que somos lo que somos, que somos únicos
    y que nadie puede hacer lo que nosotros vinimos a hacer.
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