- Comentario Editorial #9
 
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    - La Última Petición
 
    
  
  
    
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    - ¡Oh Divino Maestro!
 
    
  
  
    
    - De todo lo que me has dado
 
    
  
  
    
    - creí haberme desprendido para llegar a ti.
 
    
  
  
    
    - ¡Qué tonta!
 
    
  
  
    
    -  
 
    
  
  
    
    - Todavía he de implorar por tu Fuerza Divina
si quiero
 
    
  
  
    
    - desprenderme de esa tabla de salvación que
me he creado
 
    
  
  
    
    - con tu imagen, tu amor y tu
      existencia,
 
    
  
  
    
    - para cruzar a la otra orilla.
 
    
  
  
    
    -  
 
    
  
  
    
    - Sé que para entrar en tu Dominio,
 
    
  
  
    
    - Nada es permitido,
 
    
  
  
    
    - Ni siquiera eso.
 
    
  
  
    
    - Que todo eso es una ayuda que nos has
enviado.
 
    
  
  
    
    - Que debo ir sola, limpia de imágenes y
pensamientos.
 
    
  
  
    
    - ¡La mente no tiene su poderío
      ahí!
 
    
  
  
    
    - Ella no es capaz de comprenderte.
 
    
  
  
    
    -  
 
    
  
  
    
    - Sé que esa balsa ya no es necesaria
 
    
  
  
    
    - Pero se me hace muy difícil desprenderme de
ella, de eso, de la ilusión.
 
    
  
  
    
    - De todo este implorar, de todo este adorar.
 
    
  
  
    
    - La energía del hábito ignorante, el mundo creado por la
mente - bueno o malo -
 
    
  
  
    
    - no quiere darse por vencido.
 
    
  
  
    
    -  
 
    
  
  
    
    - Quiere nuestra dependencia para sobrevivir,
 
    
  
  
    
    - Sin saber que su transmutación es por el
bien de todos,
 
    
  
  
    
    - Por nuestro desarrollo, por nuestro
crecimiento, por nuestra
 
    
  
  
    
    - evolución, por nuestro despertar,
 
    
  
  
    
    - por llegar a casa y no deambular más, por
la paz, por el descanso,
 
    
  
  
    
    - ¡por la Iluminación!
 
    
  
  
    
    -  
 
    
  
  
    
    - ¡Oh Padre, mi vida te la ofrezco,
 
    
  
  
    
    - y así, sin mente, sin pensamientos, sin
pertenencias,
 
    
  
  
    
    - toma este cuerpo inerte despojado de todo,
 
    
  
  
    
    - toma esta alma triunfante en su camino a ti,
 
    
  
  
    
    - y desciende para obtener lo que nunca ha
dejado de ser tuyo.
 
    
  
  
    
    -  
 
    
  
  
    
    - ¡Que todo los seres vivan felices y en paz!
 
    
  
  
    
    - Deseándoles a todos la Paz Divina
 
    
  
  
    
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  - 9 de agosto de 1999
 
  - Revisado en enero 5 de 2002
 
  - Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
 
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