Lo Relativo y lo Absoluto
Relatos de la Vida Diaria
 
Rev. Yin Zhi Shakya
 
Por la Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
 
Relato #50
viernes, 1o de junio de 2007
 
Caligrafiá - Meditación Profunda: Chan
Un Recordatorio: El Esfuerzo
 
 
 
Cuando un maestro, de cualquier clase o asignatura se dispone a enseñar un tema, en adición a tener claro lo que va a comunicar, él necesita conocer el método o los métodos que ha de usar. En mi caso en particular, que enseñó la forma de vida budista, siempre estoy pensando cómo lo he de transmitir y que he de decir.
 
Hoy quiero que intuyan que es ‘comprensión o entendimiento’ de una cosa y en nuestro caso el Budismo Chan.
 
Comenzaré poniéndoles un ejemplo:
 
Cuando un niño pequeño comienza a aprender sobre los números [he sido maestra de matemática o aritmética, a todos los niveles, la mayor parte de mi vida magisterial], él comienza repitiendo la secuencia de los guarismos – del 0 al 10 - sin comprender bien que significa el nombre de cada uno, pero así lo hace hasta que el maestro visualmente parea el nombre del guarismo con la cantidad asignada a cada uno, diríamos:
 
Uno igual a [aquí dibuja un objeto cualquiera]
Dos igual a [aquí se hace lo mismo]
Y así sucesivamente hasta diez (10)
 
El niño ha entendido y de ahí en adelante ‘se esforzará’ por parear el nombre del guarismo con la cantidad de objetos que tenga delante y se le pida que cuente o tenga que contar.
 
Cuando después de pasar un tiempo el niño ya sabe contar y no se equivoca cada vez que tenga que hacerlo en cualquier momento que haya de utilizar esa destreza, el maestro le introduce las operaciones matemáticas: suma, resta, multiplicación y división. Y así sucesivamente.
 
Ya el niño sabe contar, sumar, restar, etc. Ahora, el resto de su vida utilizará esa destreza correctamente y si así no fuera, a veces las equivocaciones serían desastrosas. - Siempre, dos y dos son cuatro en las matemáticas. - Además, haría lo mismo con sus hijos y con las personas que le pidieran ayuda en el conteo de algo.
 
Ahora bien, vamos a nuestro asunto. Un estudiante de Budismo que al principio aprende las características del sámsara: impermanencia, sufrimiento y carencia de sustancia, y ‘no se esfuerza’ constantemente por ‘ver’ esa verdad, no ha entendido nada; solamente lo ha repetido como un loro repite sin comprender.
 
Un estudiante de Budismo que se instruye de algo que puede probar y se esfuerza en probarlo y así lo hace, y no lo practica y transmite a todos los que le piden que le expliquen y sobre todo a sus hijos, los cuales dependen en su niñez de él/ella exclusivamente como padre/madre, ¡NO HA ENTENDIDO! ¡NO HA ENTENDIDO! ¡NO HA ENTENDIDO!
 
A esa persona que no ha entendido, que es solamente un repetidor y que 'no se esfuerza' por entender porque cree que el entendimiento ‘cae del cielo como la lluvia’, se le puede decir que sería mucho mejor que se reintegrara a las labores mundanas y se hiciera diestro en ellas; de esa forma, por lo menos, podría resolver algunos de sus problemas [por supuesto no el del sufrimiento].
 
El esfuerzo es uno de los ocho paso en el Camino óctuplo y únicamente puede lograrse practicándose. Sin esfuerzo no hay nada. Sabiamente se ha dicho: "NINGÚN CONOCIMIENTO PUEDE SER ALCANZADO SIN SER BUSCADO, NI LA TRANQUILIDAD SIN AFANARSE POR ELLA, NI LA FELICIDAD SINO A TRAVÉS DE TRIBULACIONES. TODO INVESTIGADOR, EN UN MOMENTO U OTRO, TIENE QUE SUFRIR UN CONFLICTO DE DEBERES, UN VUELCO DEL CORAZÓN..."
 
 
 
Con todo mi cariño, deseándoles la Paz Divina,
La Maestra
Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
 
 
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