Lo Relativo y lo Absoluto
Relatos de la Vida Diaria
 
Rev. Yin Zhi Shakya
 
Por la Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
Corrector: Zhèng chún (Fernando Valencia)
 
Relato #39
 
¿Qué es lo Importante?
 
Guan Yin

“Si ya sabemos con certeza que es difícil nacer como ser humano, no hay que perder la actual oportunidad que tenemos para cultivar la aspiración y determinación correctas de despertar a esta maravillosa naturaleza búdica.”  - Hakuun Yasutani Roshi

"Las Enseñanzas - son importantes en sí mismas, y los interpretes y los comentaristas, solamente las distorsionan. Es recomendable ir directamente al origen, a las 'Enseñanzas' en sí mismas, y no a través de ninguna 'autoridad'."  - Jeddu Krishnamurti

 
Todos, conscientes de ello o no, buscamos la felicidad. Algunos la creen material, otros espiritual y otros creen que no existe, aunque cada acción de su vida lleve implícita esa búsqueda.

Sentimos que hay algo que nos falta y vamos deambulando por la vida buscando esa cosa, esa persona, esa actividad que creemos nos traerá la felicidad perfecta e infinita. ¡Nunca estamos conformes! ¡Y qué vamos a estarlo, hombre!, si no hemos comprendido que lo que estamos persiguiendo en nuestro exterior... ¡está en nosotros mismos!. ¡Pero que difícil!... Y a la vez, qué fácil.

Después de que hayamos entendido lo anterior; después de muchos eones de sufrir por nuestros puntos de vista equivocados, entonces surgirá la compasión, que es el entendimiento y la comprensión para los que no entienden y no comprenden, y a la vez, surgirá la certeza de conocer la verdad. Y esa piedad, esa misericordia, esa clemencia, en fin, esa compasión es tan fuerte, que sana, no sólo nuestra naturaleza enferma por la ignorancia, sino la del mundo entero. Esa es la espada a la que Jesucristo se refería. ¡La espada que corta el error!

¡Pero que tercos somos! ¡No queremos aprender! Porque no queremos que esa naturaleza enferma por la ignorancia sane, ni imaginamos que existe un estado saludable, perfecto y feliz. No nos imaginamos  que existe esa Naturaleza Búdica que es común a todos; que nos une en un solo espíritu y nos da vida a todos de una misma sustancia: el amor. El amor fue el responsable de las sanaciones de Jesucristo, y el amor sigue y seguirá siendo responsable de ello. Ese ‘amor-compasivo’ que ve la verdad, está seguro de ella y con su sustancia infinita armoniza el error. El amor es sustancia, la sustancia verdadera...

Tememos amar o confundimos el significado de la palabra, y con eso nos estamos alejando de esa felicidad que tan duramente buscamos. No queremos abrir nuestros corazones por miedo a que nos hieran, no queremos ser vulnerables a los acontecimientos de la vida, y no vemos que precisamente es esa vulnerabilidad la que nos hace fuertes y nos brinda la oportunidad de aprender para llegar a esa felicidad añorada.
 
Para comenzar hay que tener en cuenta que la realidad relativa no es la realidad absoluta. La realidad relativa, como la palabra lo indica, es cambiante e impermanente. Desde el mismo instante que nacemos estamos cambiando; no somos los mismos que hace un instante, y esa es la realidad relativa; no solamente para los seres humanos, sino también para los animales, las plantas, los planetas e incluso para todos nuestros pensamientos, muchos de los cuales, como todos lo hemos podido experimentar,  nacen y mueren en un instante. [Los pensamientos son entidades que creamos. Tienen sustancia aunque no la veamos. Cada acción comienza con un pensamiento. Cada objeto material comienza con un pensamiento. Por ejemplo: la aspiradora tuvo que ser pensada primero (inventada, creada) para poder hacerla]. El universo físico o material, el Sámsara como lo llaman los budistas, es relativo, así como todo lo que se relaciona con él – todo lo que se crea en el universo material es nacido o creado y como tal es perecedero. Ahí nunca podremos encontrar esa felicidad infinita e imperecedera. Todo está cambiando, instante a instante, momento a momento, ¿entonces por qué insistimos en captar un determinado momento y mantenerlo ‘vivo’ eternamente? Queremos que nuestros esposos o esposas no quieran siempre como el primer día... que los hijos no cambien su conducta... que las empresas en que trabajamos no fracasen... ¡Esto es absurdo para aquel que conoce la 'verdad'! Para él es claro que este mundo es cambiante y es eso precisamente lo que nos hace añorar una felicidad continua y sempiterna.
 
Tendemos a basar nuestras vidas en la realidad relativa, en el Sámsara, en la mentira, y hemos dejado de lado la realidad absoluta, la verdad. Y la confusión y la oscuridad reinan en la ignorancia.
 
El Maestro Zen Bankei ha dicho: "Toda confusión consiste en círculos viciosos de error por el hecho de utilizar pensamientos... Si te despegas de los pensamientos no hay confusión, asi no hay causa ni efecto. No habiendo causa ni efecto no existe en dar vueltas en torno a rutinas. Mientras tengas pensamientos se producen buenos y malos efectos, y cuando haces mal se producen malas causas y malos efectos. Cuando te has armonizado con el conocimiento sutil, no existen causas ni efectos, nacimiento ni muerte..."

El pensamiento discursivo está ahí porque hay confusión. Cuando llegas a un conocimiento no discursivo a través de practicar la meditación y la concentración, percibes y distingues las cosas antes de llegar al mismo conocimiento, así que al final no hay confusión - el pensamiento no se encuentra entre el conocimiento y tú, así que no hay obstáculos para 'ver' o entender. Ésta es la razón por la que se valora el conocimiento no discursivo. (Es difícil comprender este concepto, pero cuando meditamos se nos hace fácil).

Si queremos alcanzar la maestría en todas las verdades y ser independientes de todos los acontecimientos, no hay nada mejor que la concentración en la actividad.

Hakuun Yasutani Roshi nos presenta este tema: '¿Qué es lo Importante?', explicado maravillosamente bien, leamos:

 
Ocho Aspectos de la Fe Budista
(Enseñanzas de un Maestro Zen Japonés)
Hakuun Yasutani Roshi
Traducción al español por John Tesshin Sanderson
 
 
Introducción de Yasutani Roshi

Mi maestro, Harada Roshi, dio a conocer ocho puntos importantes del estudio del budismo, a los cuales llamaba la Creencia Correcta en el Budismo. Son sencillos pero sin embargo, se refieren directamente a la esencia de la enseñanza. Si uno comprende con claridad estos ocho puntos puede decir que sabe lo que es el budismo. Los ocho puntos son:

La Naturaleza Búdica
El Concepto Erróneo acerca del "Yo'' (Ego)
La Vida Eterna
La Ley de la Causalidad
La Existencia de Todos los Budas
La Atracción Mutua entre los Budas y los Seres Vivientes
No Dos, sino Uno
El Camino a la Budeidad

Por haber sido su discípulo durante unos 30 años, al menos logré abrir el ojo de mi Mente en cierto grado y es por esto por lo que le estoy muy agradecido.

Espero que mis pláticas te sirvan de ayuda en tu estudio sobre budismo. -- Hakuun Yasutani (1966)
 
La Naturaleza Búdica
Primera Parte

Aunque he dicho que existen ocho puntos respecto al estudio del budismo, eso no quiere decir que hay ocho cosas diferentes que existen separadamente ante nosotros. Sólo hay una verdad pero para ayudarnos a entenderla intelectualmente podemos considerar ocho perspectivas diferentes. Cada una de éstas se relaciona no sólo con las demás, sino que también contiene dentro de sí misma las otras siete. Por lo tanto, si una persona puede entender una, naturalmente entiende las otras. En cambio, si una persona no puede entender alguna de estas perspectivas, aunque diga que comprende las demás, todavía no ha logrado una comprensión profunda. Esto se debe a que la esencia o la raíz de todos estos ocho puntos es la naturaleza búdica misma. En el Sutra del Nirvana Shakyamuni Buda dijo: "Todos los seres vivientes tienen naturaleza búdica''. "Todos los seres vivientes'' no sólo se refiere a los seres humanos, sino también a los animales, las plantas e inclusive los objetos inanimados. De hecho la naturaleza búdica es el otro nombre de todas las existencias en este mundo. Ya que se dice que todos los seres vivientes contienen naturaleza búdica, por supuesto que no existe diferencia alguna entre un hombre blanco y un hombre negro, entre un hombre y una mujer; todos tienen naturaleza búdica. Cuando el futuro Sexto Patriarca conoció al Quinto Patriarca, éste último le preguntó si era verdad que la gente que habitaba al sur de la montaña carecía de naturaleza búdica. El Sexto Patriarca respondió diciendo que si bien existen norte y sur, en cuanto a naturaleza búdica se refiere ninguno de los dos existe, ni el norte ni el sur. Por esta respuesta él pudo convertirse en estudiante del Quinto Patriarca.

Dogen Zenji, el famoso maestro Zen japonés del siglo XIII, interpretó el significado de esta cita del Sutra del Nirvana de la siguiente forma:

- Todos los seres vivientes son la naturaleza búdica misma y ninguna otra cosa. Por eso no se trata de si existe o no, lo que importa comprender es el hecho de que toda la existencia es la naturaleza búdica.

Sin embargo, aunque repita lo anterior muchas veces, si el contenido no está claro se vuelve meramente un juego de palabras. Así que empecemos por analizar y apreciar la naturaleza búdica.

Primero corregiré algunos conceptos erróneos acerca de la naturaleza búdica. Mucha gente cree que la naturaleza búdica es una alma espiritual que existe en alguna parte del cuerpo o dentro de todo y que está oculta hasta que uno se transforma en Buda. El siguiente relato se deriva de ese concepto erróneo tan típico:

El funcionario Chiku preguntó al maestro Zen Chosha: "Cuando partimos en dos una lombriz, ambas mitades siguen retorciéndose. Entonces, ¿cuál de las dos mitades contiene la naturaleza búdica?''. El maestro le regañó diciendo: "¡No seas tonto!''. No obstante Chiku insistió: "¡Pero las dos mitades se mueven!''. Chosha le replicó: "¡Porque la lombriz todavía está viva!''.

A veces el notable maestro chino Joshu decía: "el perro tiene naturaleza búdica'' y otras veces "el perro no tiene naturaleza búdica''. Obviamente su intención principal al decir a veces "sí'' y a veces "no,'' era simplemente hacernos comprender que la naturaleza búdica yace más allá de sí o no. No sólo toda la existencia es la naturaleza búdica misma, sino que todo el universo es naturaleza búdica. Hablar de esta naturaleza búdica es explicar las cosas multitudinarias del universo; hablar de esta naturaleza búdica es revelar la naturaleza real de nosotros mismos. Podría repetir esto sin cesar pero en vez de hacerlo señalaré una de las características fundamentales de la naturaleza búdica y trataré de aclararla. La llamamos ku (shunyata, vacío). Esta es la condición de no-entidad-fija y a pesar de cualquier ilusión egoísta contraria, es la condición esencial de todo el universo. El Dr. Junjiro Takakusu, uno de los filósofos budistas recientes más destacados, le llamó la teoría de la nada.

Ku es la esencia de toda la existencia. La expresión suprema más simple y más directa que confirma este hecho es la escrita por Nagarjuna: "Todos los dharmas (fenómenos) son el resultado de la causa: los llamo ku.''

Casi todas las religiones, a excepción del budismo, creen en un Creador separado de su creación y afirman que Él hace todas las cosas. Si comprendo bien así sucede entre ciertos chinos, así como en el judaísmo, el cristianismo, el islamismo y el hinduismo. Sin embargo, el budismo enseña que todos los fenómenos son el resultado de la ley de la causalidad. Si la causa cambia también ocurre un cambio correspondiente en el efecto; si la causa desaparece por completo, el efecto naturalmente se esfuma. Por lo tanto ningún fenómeno cuenta con una entidad fija propia. Además, la causa y el efecto no son divisibles.

Si yo explicara esta enseñanza mediante ejemplos más concretos podría decir que un hombre bueno no tiene la entidad específica de `'lo bueno'', pues tal vez por las circunstancias se vuelva un hombre malo; un hombre malo tampoco tiene una entidad específica de "lo malo'', si la causa cambia posiblemente se convierta en un hombre bueno. Lo mismo puede decirse de la gente pobre y la gente rica, de la gente sana y enferma, burda y civilizada. También puede decirse de la felicidad y la infelicidad, de la paz y la guerra, del cielo y del infierno.

Otro ejemplo es la interacción entre carbono y diamante; sometido a la presión suficiente, el carbono se transforma en un diamante. Por otra parte, bajo las circunstancias adecuadas, el diamante se reconvertirá en carbono. El punto principal de esto es que nada tiene una entidad fija propia. Cada cosa se encuentra en su estado inmediato en virtud de causas determinadas, en un estado temporal de no-especificidad llamado ku.

Actualmente, los científicos atómicos más experimentados han empezado a explorar este campo, pero recordemos que Shakyamuni Buda descubrió este hecho del ku hace 2,500 años. Cuando empezó a predicar el budismo, lo usó como su enseñanza fundamental y a partir de entonces se ha trasmitido desde India a China y de ahí a Japón. Una de las finalidades primordiales del budismo es que experimentemos directamente el hecho de ku y que lo actualicemos en la vida diaria. Budismo es creer en la naturaleza búdica, comprender la naturaleza búdica, practicar a fin de poderla ver claramente y por último fusionarla con nuestra vida cotidiana.

Mi maestro, Harada Roshi, acostumbraba dibujar un círculo en el pizarrón al principio de cada plática y decía que el universo es Uno. El Tercer Patriarca Ganchi, en su obra Creyendo en la Mente, escribió lo siguiente: "Es perfecto, nada le falta, nada le sobra''; esta es una buena explicación de la naturaleza búdica.

Ahora explicaré la naturaleza búdica de un modo diferente. Todas las existencias son perfectas como son. Tal perfección se demuestra como un círculo. La pata de la garza es larga y es perfecta en su longitud, mientras la pata del pato es corta y es perfecta en su cortedad. Perfección no implica que debemos tratar de acortar la pata de la garza o alargar la pata del pato a fin de conseguir que cada ave se conforme a nuestra noción preconcebida de una apariencia más agradable. El verdadero significado de la perfección es que las cosas son perfectas como son. La persona alta es perfecta como alta, la persona baja es perfecta como baja. No es necesario que una persona baja use tacones altos. La persona negra es perfecta como es y la blanca también; el elefante es perfecto como es y la hormiga, aunque pequeña, también es perfecta. Claro que una hormiga no puede hacer las cosas que un elefante, pero tampoco un elefante hace las cosas que hace una hormiga. No hay motivo para que un hombre rico sea altanero por ser rico, ni hay tampoco motivo alguno para que una persona pobre se sienta inferior. Uno y otro son perfectos como son.

Un gran actor es capaz de representar a un mendigo y en otra ocasión, sobre el mismo escenario, caracterizar a un hombre rico, pero independientemente del tipo de personaje que interprete su valor personal esencial no cambia. Así, el círculo es perfecto y completo en sí mismo. Aunque algunos de los antiguos patriarcas expresaban su perfección sentándose a meditar, nosotros podemos expresar nuestra perfección también caminando, durmiendo e inclusive realizando todas nuestras acciones. Es por ello que la frase: "Todos los seres vivientes son originalmente Buda'' expresa tal perfección. Cuando una persona comprende esto verdaderamente, nunca tendrá por qué quejarse o estar descontento, porque así, sin importarle la clase de situación en la que se encuentre, puede vivir en paz, agradecida por trabajar en bien de los demás. Esta devoción es la vida del Buda y practicar esto es la vida del budista. Aun así, nunca faltan personas que siempre están quejándose de su situación por lo que naturalmente no pueden apreciar su perfección. Siempre están pensando egoístamente y por eso nunca logran satisfacerse. A tales personas simplemente se les llama necias.

La Naturaleza Búdica
Segunda Parte

Ahora estudiemos la naturaleza búdica más a fondo. Es posible decir que la naturaleza búdica es otro nombre del instinto humano. Hace aproximadamente tres años, al dar una conferencia en una universidad americana, alguien me preguntó: "¿Acaso el budismo niega el deseo humano?''. Respondí que el budismo no niega el deseo humano pero sí enseña la manera correcta de canalizar todos los deseos. Insistente, mi interlocutor me preguntó si el budismo no era como el estoicismo. Me di cuenta que en occidente esta idea superficial acerca del budismo es bastante común, por lo tanto, explicaré el instinto humano desde la perspectiva budista.

Todas las cosas vivientes tienden naturalmente hacia la conservación de la vida. En los seres humanos esta tendencia puede considerarse como el instinto de conservar la vida y se puede decir que a partir de ese instinto se deriva todo lo que llamamos el deseo humano.

Los dos deseos más fuertes son el deseo de comer y el deseo sexual. Ambos son el resultado del instinto de conservación. Al enfermarnos perdemos temporalmente nuestro apetito, e incluso a veces no deseamos comer, pero el impulso de vivir no desaparece. En realidad de acuerdo con el instinto de conservación, el deseo de comer es controlado por la condición del organismo. El deseo sexual es fuerte cuando uno es joven y se tiene mucha energía. Queremos trasmitir nuestro instinto de conservación a la generación siguiente a fin de perpetuar la vida. Naturalmente, el deseo sexual desaparece cuando enfermamos de gravedad y disminuye cuando envejecemos, pero el instinto de conservar la vida siempre permanece. En ocasiones, el apego se debilita, pero el deseo de vivir todo el tiempo posible sigue igual durante toda la vida. Puede suceder que un anciano diga a un joven: "Ya soy muy viejo, no me importa morir.'' Eso es tan solo un gesto y no su verdadero sentimiento. Si tú haces eco a sus palabras y le dices: "Adelante, muérete'', seguramente lo ofenderás. Yo cuento con 80 años de edad pero no quiero morirme sino que quiero vivir el mayor tiempo posible y trabajar lo más que pueda.

Alguna gente preguntará: "Entonces, ¿por qué hay tantos suicidios?''. Una persona se suicida no sólo porque quiere morir. Si lo hace por ese motivo sin duda está desquiciado. Quien no está desquiciado pero se quita la vida es alguien que no puede vivir como quisiera vivir. Un suicidio así es una expresión de resistencia y es otra forma del instinto del que hablo.

Por ejemplo, cuando uno se enferma y sufre mucho dolor puede pensar que es mejor morir y tal vez dirá: "Déjenme morir.''. Si pudiera liberarse de su dolor, sintiendo nuevamente alegría y paz, con certeza diría: "Qué bueno que no me morí, ahora quiero vivir todo el tiempo que pueda.'' Aun así, puede haber quien pregunte por qué hay tantos suicidios en los países escandinavos, particularmente en Noruega y Suecia, donde la seguridad social está muy establecida y los ancianos pasan sus días cómodamente jubilados en asilos. De nuevo nos encontramos con el mismo instinto en otra forma. Estas personas sienten que no vale la pena seguir viviendo porque no encuentran significado en la vida, por lo que el suicidio es una rebelión contra una existencia insípida y tediosa.

El instinto humano de conservar la vida infunde en el hombre no sólo el deseo de prolongar su vida, sino también el deseo de enriquecerla lo más posible. Por eso, éste a veces busca la fama, la fortuna, el poder, la destreza intelectual, o bien, su deseo de expansión puede expresarse como la búsqueda de la alegría, la apreciación del arte, la invención de cosas nuevas, la adherencia a la moralidad, la creencia en la religión o hasta la práctica real de la religión. Nuestro impulso es buscar la vida interminable y la expansión sin fin. El budismo enseña la forma de satisfacer este impulso.

El budismo puede parecer semejante al estoicismo por tener también preceptos estrictos. El más importante es no matar.

Este precepto sobre no matar aparece en la tradición Mahayana, por ejemplo, en los diez Siksapada para monjes y en los cinco preceptos para legos. Si no me equivoco, uno de los Diez Mandamientos de Moisés es: "No matarás''. Si Moisés quería decir que uno no debe matar ni a un hereje, ni a un enemigo, ni a un insecto, eso es exactamente lo mismo que el precepto budista. Uno no debe matar ninguna cosa viviente. Si todos los seres humanos siguieran este precepto, no habría guerras. El budismo enseña a buscar la paz. Durante toda la historia del budismo, los budistas no han propiciado guerras religiosas. Si un budista enfrenta la situación de "matar o ser matado'', será matado. Gandhi, si bien no fue budista, se vio muy influido por la tradición india de no matar y facilitó la independencia de su país por medio de la resistencia no-violenta. Los sacerdotes budistas en Vietnam del Sur se prendían fuego a fin de proteger el budismo. Ambos son buenos ejemplos del precepto de no matar.

Desde luego suicidarse es contrario al precepto budista. Los sacerdotes budistas se prendieron fuego ya que, dadas las circunstancias, ése era el único medio a su alcance para poder protestar contra la opresión del pueblo y salvar muchas vidas. Sabían que era un acto pecaminoso, pero daban sus vidas por el bien de los demás. Desde el punto de vista budista todo tiene vida, es decir, todo lo que existe no es otra cosa mas que la vida y llamamos a esa vida naturaleza búdica. Por eso se dice que todas las existencias son naturaleza búdica misma. En fin, mencionaré tres aspectos de la naturaleza búdica.

En japonés son llamados:

shoin bussho
ryoin bussho
enin bussho

Shoin bussho es la naturaleza búdica misma, la realidad esencial de la que he hablado hasta ahora y significa literalmente causa fundamental.

Afortunadamente contamos con la capacidad de vivenciar este shoin bussho y esta capacidad se llama ryoin bussho. Ryo quiere decir darnos cuenta.

Aunque tenemos tanto shoin bussho como ryoin bussho, para poder llevar a cabo tal potencial es necesario que se dé alguna causa, alguna condición, pues nada sucede accidentalmente. Por ejemplo, llegar a conocer al maestro adecuado y recibir la orientación más apropiada es una causa buena. Ésta se llama enin bussho y por fortuna también la tenemos. Enin significa causa cooperante y al decir enin generalmente pensamos en algo exterior a nosotros, pero después de todo, el yo y los otros no son dos entidades separadas. Si algo existe fuera de nosotros con toda seguridad existe también dentro de nosotros. Estos tres aspectos de la naturaleza búdica son tesoros pertenecientes a los seres humanos que hacen posible la vía del despertar.

Si ya sabemos con certeza que es difícil nacer como ser humano, no hay que perder la actual oportunidad que tenemos para cultivar la aspiración y determinación correctas de despertar a esta maravillosa naturaleza búdica. Esto es lo importante.

 
 
 
Hui Neng nos abrió camino diciéndonos:
 

"Las personas ordinarias que son ignorantes y están confusas solamente saben arrepentirse de sus errores pasados y no saben arrepentirse de las faltas futuras. Por no arrepentirse de sus faltas futuras, sus errores pasados no desaparecen y más tarde las faltas también surgen, ¿cómo puede ser esto llamado arrepentimiento?

Queridos amigos, cuando ya se hayan arrepentido, les pronunciaré a ustedes los cuatro votos universales. Cada uno de ustedes debe cuidadosamente escuchar con exactitud y precisión.

“Los seres en mi propia mente son infinitos; prometo solemnemente liberarlos.
“Las aflicciones en mi propia mente son infinitas; prometo solemnemente terminarlas.
“Las enseñanzas en mi propia naturaleza son inagotables; prometo solemnemente estudiarlas.
“La Budeidad en mi propia naturaleza es suprema; prometo solemnemente alcanzarla.

Queridos amigos, ¿no dice todo el mundo, “Los seres son infinitos; prometo solemnemente liberarlos”? Hablando de esta manera no significa que yo voy hacer la liberación. Queridos amigos, los seres en la mente son ilusión, engaño, inmoralidad, celos, malicia – estados de mente como estos son todos los seres. Cada uno de ustedes debe liberarse a sí mismo a través de su  propia naturaleza esencial; a eso se le llama la verdadera liberación.

¿Qué significa el liberarte a ti mismo a través de tu propia naturaleza esencial? Significa que los seres que se encuentran en los puntos de vista falsos, las aflicciones, y la ignorancia son liberados a través de un discernimiento preciso y exacto. Una vez que ya tengas el discernimiento preciso, obtendrás la sabiduría de prajna para abrir el camino de los seres en su locura e ilusión, de manera que cada uno se libere por sí mismo. Cuando la falsedad ocurre, la sabiduría libera; cuando la ilusión ocurre, la iluminación libera. Cuando la tontería y el desatino ocurren, la sabiduría libera; cuando la maldad ocurre, la bondad libera. La liberación como esta es llamada la verdadera liberación.

Qué hay más, “Las aflicciones son infinitas; prometo solemnemente terminarlas” significa usar la sabiduría de prajna en tu propia naturaleza esencial para desprenderte de las ideas falsas. Y “Las enseñanzas son inagotables; prometo solemnemente estudiarlas” requiere que veas tu propia naturaleza esencial y siempre actúes basado en el principio correcto; esto es llamado el verdadero aprendizaje.

En cuanto a “Yo prometo solemnemente alcanzar la suprema budeidad,” cuando eres capaz de bajar tu mente, de hacerla humilde y practicar íntegramente en todo momento, siempre produces el prajna, más allá de la ilusión y el despertar; apartando a ambos, la realidad y la falsedad, ves a la naturaleza búdica. Entonces alcanzas la budeidad en una palabra. El principio del poder del voto o promesa solemne es el siempre pensar en las aplicaciones prácticas.

Queridos amigos, habiendo hecho los cuatro votos universales, ahora les trasmitiré los preceptos de los tres refugios informes [que no tienen forma].

Queridos amigos, nosotros nos refugiamos en el más honorable de los seres de dos piernas, el iluminado. Nos refugiamos en el honorable desarraigado correctamente del deseo. Nos refugiamos en el puro honorable en el medio de la multitud. Desde hoy en adelante llamamos a nuestro maestro el despertar, no dependiendo más en cultos demoníacos, siempre testificando nosotros mismos a través de los Tres Tesoros de nuestra propia naturaleza esencial.

Queridos amigos, los apremio a que tomen refugio en los Tres Tesoros en su propia naturaleza esencial. El “Buda” es la consciencia alerta, el “Dharma” es la verdad, la “Sangha” es la pureza.

Cuando tu propia mente se refugia en la consciencia alerta, el error y la confusión no ocurre. Aquel que  tiene pocos deseos, está contento, y es capaz de mantenerse apartado del materialismo y la sensualidad, y es llamado el más honorable de los seres de dos piernas.

Cuando tu propia mente se refugia en la verdad, no tienes falsos puntos de vista de un momento de pensamiento al otro momento de pensamiento. Y porque tu no tienes falsos puntos de vista, no tienes orgullo personal propio, ni deseos, o apegos. Éste es llamado el honorable despegado del deseo.

Cuando tu propia mente se refugia en la pureza, tu propia naturaleza esencial no es afectada por los afanes o dificultades ni por los objetos de deseos mundanos. Este es llamado el honorable en el medio de la multitud.

Éste toma refugio en él mismo. Las personas ordinarias que no entienden esto toman estos Tres Preceptos de Refugio desde la mañana a la noche. Si dices que te refugias en el Buda, ¿dónde está Buda? Si no ves a Buda, ¿dónde puedes tomar refugio? Estas palabras entonces serían falsedades.

Queridas personas, dejemos que cada uno de ustedes se examine a sí mismo. No usen su mente erróneamente. Las escrituras claramente dicen que tomen refugio en el buda de uno mismo, no que tomen refugio en otro buda. Si no acudes a tu propio buda inherente, no tienes nada en que confiar o apoyarte.

Ahora que están realizados en sí mismos, cada uno de ustedes debe tomar refugio en los Tres Tesoros, en su propia mente. En su interior amansen la naturaleza de la mente, en su exterior respeten a las otras personas: esto es llamado refugio propio.

Queridos amigos, una vez que hayan tomado refugio en los Tres Tesoros en ustedes mismos, dejemos que cada uno de ustedes enfoque su mente, y les explicaré el buda de nuestra propia naturaleza como las tres encarnaciones de la única sustancia, para capacitarlos a ver las tres encarnaciones y claramente realizar su propia naturaleza esencial por ustedes mismos.

Repitan cada uno después de mí diciendo:

“Me refugio en el Buda como el cuerpo puro de la realidad en mi propio cuerpo físico.

“Me refugio en el Buda como el cuerpo realizado de recompensa en mi propio cuerpo físico.

“Me refugio en el Buda como los miles de cientos de cientos de millones de cuerpos proyectados en mi propio cuerpo físico.

Queridos amigos, el cuerpo físico es una casa; no puede ser llamado un complejo turístico o un refugio. El susodicho Buda en las tres encarnaciones o expresiones está en la propia naturaleza esencial de todos; cada uno en el mundo lo tiene, pero por la confusión en sus propias mentes ellos no ven su naturaleza interna, y por lo tanto ellos buscan el Tathagata de tres cuerpos externamente, sin mirar que ellos tienen al buda en tres cuerpos dentro de los suyos propios.

Ustedes han oído una explicación que los capacitará a ver, en su propio cuerpo, que en su propia naturaleza esencial está un buda con tres encarnaciones. Este buda con tres cuerpos viene de la propia naturaleza esencial de ustedes, y no es alcanzado del exterior.

¿Qué es el Buda como el cuerpo puro de la realidad? La naturaleza esencial de los seres humanos es originalmente pura. Todas las cosas llegan de la naturaleza esencial; cuando piensas acerca de todas las cosas malas, eso produce conductas malas; cuando piensas acerca de todas las cosas buenas, eso produce conductas buenas. Por lo tanto todas las cosas están en tu propia naturaleza esencial. Es como el cielo, que está siempre claro, y el sol, que está siempre brillando: cuando ellos están cubiertos por las nubes pasajeras, hay luz arriba pero oscuridad abajo. De repente el viento se lleva las nubes, de forma que hay luz en ambas partes, arriba y abajo; entonces las miríadas de formas son visibles.

La naturaleza de las personas mundanas está siempre a la deriva, como las nubes en el cielo. Queridos amigos, la sabiduría es como el sol, el discernimiento es como la luna: el conocimiento y el discernimiento son siempre luz, pero cuando uno fija su atención en objetos exteriores, haces que tu propia naturaleza esencial se cubra con las nubes pasajeras de los pensamientos errantes, de forma que no puede tener y claridad. Si te encuentras un benefactor espiritual y escuchas las enseñanzas verdaderamente autenticas, te desprendes de la confusión y de esa forma el interior y el exterior están completamente claros, y las miríadas o multitudes de cosas aparecen en tu naturaleza esencial. Así es como es con las personas que ven la naturaleza esencial. Esto se llama el buda como el cuerpo puro de la realidad.

Queridos amigos, tu propia mente tomando refugio en tu propia naturaleza esencial está tomando refugio en el verdadero Buda.  Refugiarse en uno mismo significa desprenderse de los estados malos de la mente en tu propia naturaleza – los celos, la lisonja, el egoísmo, el carácter engañoso, la indiferencia por los otros, la irrespetuosidad por otros, los puntos de vista falsos, la vanidad y el engreimiento, y cualquier otra conducta mala que pueda tomar lugar en cualquier momento. Esto el dominio del ver la naturaleza esencial, sin ninguna obstrucción más. Esto es refugiarse en uno mismo.

¿Cuál es el cuerpo realizado de recompensa? Al igual que una lámpara puede obliterar la oscuridad de miles de años, un discernimiento puede aniquilar diez mil años de ignorancia. No piensen acerca de lo que ha pasado, y no sigan pensando acerca de lo que ha de venir. Perfectamente claros, de momento a momento, miren la naturaleza original en ustedes mismos. Aunque el bien y el mal difieren, la naturaleza original no es dual. La no-dual naturaleza es llamada la verdadera naturaleza. Cuando tu propia naturaleza produce un solo pensamiento de bondad, ella puede lograr el final de incontables males, hasta llegar al final de la iluminación insuperable. El mirarte a ti mismo en cada momento de pensamiento, sin perder la atención básica, se le llama el cuerpo de la recompensa.

¿Cuál es el cuerpo de miles de miles de cientos y cientos de millones de proyecciones? Si no piensas en multitudes de cosas, tu naturaleza es básicamente como el espacio. A un solo momento de pensamiento se le llama una proyección. Si piensas en cosas malas produces el infierno. Si piensas en cosas buenas, produces el cielo. La agresividad y la crueldad producen dragones y serpientes; la compasión produce bodhisattvas. La sabiduría produce niveles superiores, la locura y el desatino producen niveles inferiores. Las proyecciones de nuestra naturaleza son muchas; las personas confusas son incapaces de estar alertas a ellas, y por lo tanto crean pensamiento malo tras pensamiento malo, constantemente dirigiéndose en formas malas. Si ellos transformaran uno solo de sus pensamientos al bien, la sabiduría inmediatamente nacería; a esto se le llama el Buda como el cuerpo de la proyección de nuestra naturaleza.

Queridos amigos, el cuerpo de la realidad está originalmente allí. El mirar espontáneamente tu propia naturaleza en cada momento de pensamiento es el buda como el cuerpo de la recompensa. Pensar desde el cuerpo de la recompensa es el cuerpo de la proyección.

La realización propia y el cultivo propio de las virtudes de la propia naturaleza de uno es el verdadero refugio. La piel y la carne son el cuerpo material; el cuerpo material es la casa, y no puede ser llamado un lugar de veraneo o un refugio. Simplemente realiza los tres cuerpos en tu propia naturaleza, y conocerás al Buda en tu propia naturaleza.

Yo tengo un himno o verso informe: si puedes memorizarlo, el impacto de las palabras puede causar que tus eones acumulados de confusión y errores se disuelvan en un instante.

Las personas confundidas cultivan bendiciones, no el Camino;
Ellas simplemente dicen que las bendiciones son en sí mismas el Camino.
Las bendiciones de caridad y de limosna pueden ser ilimitadas,
Mientras en la mente los tres venenos son creados sin molestias.
Si tratas de cultivar bendiciones para aniquilar pecados,
Aunque ganes las bendiciones en la vida que viene, el pecado todavía está ahí.
Simplemente despréndete de las condiciones del pecado en tu mente –
Esto es llamado el verdadero arrepentimiento en tu propia naturaleza.
Repentinamente realizando el verdadero arrepentimiento del Gran Vehículo,
Desprendiéndote de la falsedad, actuando en la verdad, eres entonces, impecable.
Cuando estudies el Camino, siempre observa tu propia naturaleza,
Y serás de la clase de todos los budas.
Mis ancestros espirituales solamente transmitieron esta enseñanza de la inmediatez,
Deseando que todos fueran uno en ver la naturaleza.
Si quieres buscar el cuerpo de la realidad en el futuro,
Desarráigate de las apariencias de las cosas, y limpia la mente.
Lucha para ver por ti mismo; no pierdas el tiempo –
Cuando el momento siguiente se intercepta e interrumpe, una vida completa se termina.
Si entiendes el Gran Vehículo, verás la naturaleza esencial:
Reverentemente y respetuosamente, busca con todo tu corazón.

El Maestro dijo,

Queridos amigos, cada uno debe memorizar esto, cultiva tu conducta de acuerdo con esto, y mira la naturaleza esencial bajo el impacto de estas palabras. Entonces, incluso si están a millas de distancia de mí, es como si estuvieran siempre conmigo. Si no se despiertan a estas palabras, entonces están a miles de millas de distancia incluso cuando estamos frente a frente y cara a cara - ¿por qué molestarse en llegar tan lejos?

Cuídense; vayan en paz."


 
Y para terminar les he traducido un aforismo del Gran Maestro (O Sensei) de Artes Marciales Morihei Ueshiba (1883-1969):

"Tan pronto como te preocupes con lo “bueno” y lo “malo” de tus semejantes, creas una apertura en tu corazón para que la maledicencia entre. Probar a otros, competir con ellos y criticarlos te debilita y te vence."

Y repitiendo de nuevo:

El Maestro Zen Bankei ha dicho: "Toda confusión consiste en círculos viciosos de error por el hecho de utilizar pensamientos... Si te despegas de los pensamientos no hay confusión, asi no hay causa ni efecto. No habiendo causa ni efecto no existe en dar vueltas en torno a rutinas. Mientras tengas pensamientos se producen buenos y malos efectos, y cuando haces mal se producen malas causas y malos efectos. Cuando te has armonizado con el conocimiento sutil, no existen causas ni efectos, nacimiento ni muerte..."

 
Deseándoles la Paz Divina,
 
 
Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
Miércoles, 25 de junio de 2003
 
 
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